Objetivo

Si analizamos las sillas de ruedas eléctricas convencionales, exigen que la persona que las ha de llevar tenga un determinado nivel cognitivo, motriz, visual, coordinación óculo manual, orientación temporo espacial, prensión,…. La Silla Exploradora Inteligente, parte de aquello que las personas con diversidad funcional pueden hacer y no de lo que deberían hacer, utiliza la tecnología como respuesta y no como requisito, incluye y no excluye.
Esta diferencia en el planteamiento inicial, hace posible que una persona con diversidad funcional (sea cual sea su grado de afectación), que no pueda desplazarse por sí sola, o que cognitivamente no tenga intencionalidad en el desplazamiento, pueda hacerlo simplemente apretando un conmutador o joystick con cualquier parte del cuerpo.
Para hacerlo de forma segura, es la Silla Exploradora Inteligente quien, a través de unos sensores de distancia (detecta los objetos que se encuentra en su trayectoria), y a través de un programa informático que interpreta la información, es la silla quien por sí sola esquiva los obstáculos que se encuentran en su trayectoria.
La Silla Exploradora Inteligente lleva un segundo sistema de Seguridad, ya que puede ser controlada a través de un móvil o tableta (sistema Android), de forma que un adulto puede controlar la silla en todo momento.
En resumen, podemos definir la Silla Exploradora Inteligente como una silla de aprendizaje que permite:

  • Descubrir la relación causa – efecto de forma vivenciada sobre el propio cuerpo.
  • Experimentar el movimiento de forma autónoma.
  • Desplazarse por un entorno controlado de manera segura.

¿Para quien ha estado pensada?

La silla ha estado elaborada pensado en niños y niñas con graves discapacidades, de edades comprendidas entre los 6 meses y los 8 años.
En concreto para aquellos niños/as que tienen importantes dificultades para explorar y relacionarse con su entorno, que no pueden desplazarse por sí solos, o que tienen una gran facilidad para “desconectar” de lo que les rodea. A nivel más técnico, estaríamos hablando de aquellos niños y niñas comprendidos en los niveles IV y V de la GMFCS (Gross Motor Function Classification System).
Aunque ha sido pensada para estos niños/as, la Silla Exploradora Inteligente, también puede dar respuesta a niños/as mayores de 8 años, y a personas con enfermedades neurodegenerativas o personas con déficit visual, entre otras alteraciones.

¿Qué significa Silla Exploradora Inteligente?

Cuando hablamos de “Silla”, nos referimos a la plataforma motorizada con ruedas, sensores y software, sobre la que debemos poner el sistema de sedestación específico de cada persona (cochecito adaptado, silla de ruedas, asiento moldeado, asiento de termoplástico, silla convencional,…).
Cuando hablamos de “Exploradora”, nos referimos a las posibilidades que la silla proporciona a la persona con diversidad funcional para explorar su entorno, para disfrutar de la sensación  de movimiento, para ejercer su autonomía. No hablamos sólo de posibilidades de hacer, sino también de la facilidad con la que la persona lo puede hacer, sin poner trabas por sus habilidades y capacidades físicas, cognitivas y sensoriales. La persona apretando un conmutador puede desplazarse y vivir oportunidades reales de interaccionar con su entorno.
Cuando hablamos de “Inteligente”, nos referimos a que la silla nos da dos opciones:

  • Ser activada i controlada por aquella persona con diversidad funcional que tiene capacidades para hacerlo.
  • Ser activada por la persona con diversidad funcional, y controlada por la propia silla. Es decir, la persona acciona la silla, pero es la silla la que decide la trayectoria a seguir, evitando los obstáculos que se va encontrando en su trayectoria, sin que la persona tenga que realizar ninguna maniobra.

Diferentes modos de funcionamiento

Como cada persona tiene diferentes capacidades, y diferentes grados de autonomía, la silla ha sido diseñada para que personas con distintos grados de discapacidad puedan beneficiarse de ella, y ejercer su autonomía sea cual sea su tipo y grado de afectación.
Para ello la Silla Exploradora Inteligente dispone de cuatro programas:

  1. Manual: a través de un joystick o pulsadores la persona con diversidad funcional conduce la silla.
  2. Mantener pulsado: mientras la persona mantiene pulsado el conmutador, la silla se desplaza y ella sola esquiva los obstáculos. Si dejamos de apretar la silla se para.
  3. Una pulsación: la silla se activa cuando se aprieta el conmutador y no se para hasta que se vuelva a apretar, siendo la silla la que ejecuta las maniobras para esquivar los objetos.
  4. Pulsación por tiempo: la silla se activa cuando se aprieta el conmutador y se para pasados los segundos programados, de forma que si la persona quiere seguir moviéndose tiene que volver a apretar el conmutador.

Con estas cuatro opciones, ofrecemos un amplio abanico de posibilidades para que las personas con diversidad funcional puedan ejercitar su autonomía en el desplazamiento.